Bodegón: Composición pictórica que expone como tema principal frutas, verdura, caza, pesca, etc., y objetos domésticos diversos.
Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española.
Personalmente me quedo con el etc.
BODEGÓN 1 En principio lo que vemos es un maremágnum de tonalidades anaranjadas, blancas y grises. Si nos fijamos con atención en A es fácil ver el amonite central en el que se puede reconocer su estructura. Después será más fácil apreciar otras formas
Un amonite es un cefalópodo extinto. Un pariente lejano de los pulpos y más concretamente de los nautilos actuales con los que mantiene ciertas estructuras similares. Su nombre deriva dios egipcio Ammón porque a alguien le pareció que se parecía a los cuernos con los que se le representaba. Claro que otros lo que veían eran serpientes enroscadas y algunos manitas incluso retocaron la parte final para dar convicción a su argumento. Tuvo mucho éxito evolutivo ya que sobrevivió a dos extinciones masivas. Cuando este ejemplar acaba de caer al fondo del mar han pasado 44 millones de años desde la última gran extinción, la cuarta. Se extinguieron el 73 % de los organismos marinos vivos. Un grupo resistente, pero aún no saben que dentro de unos 90 millones les va a caer un pedrusco que los va a exterminar. Por un lado, porque las cenizas y el polvo taparán la atmósfera, lo que hará que bajen las temperaturas y la fotosíntesis (adiós a la cadena trófica). Por otro lado, esas cenizas acidificarán el mar y las conchas de los pequeños amonites se desharán (como lo que le pasa al carbonato cálcico de nuestra pared cuando llueve), y por otro, y al contrario que sus primos los nautilos, los recién nacidos no tienen control natatorio y se dejan llevar por las corrientes. Los amonites, quizás como los cefalópodos actuales, ponen muchos huevos, y pequeños, mientras que los nautilos ponen pocos y más grandes (2 cm), que llevan una vida autónoma desde su inicio. En un mundo apocalíptico con el cambio climático, la cadena trófica rota, más la acidificación y algunos otros motivos ya que las desgracias nunca vienen solas, acabó con ellos. Aunque que les quiten lo bailao, vivieron más de 360 millones de años. Nuestra especie solo lleva unos 300.000 años y estamos a punto de extinguirnos. Por cierto, su concha era de aragonito, la variedad de carbonato cálcico que tiende a disolverse, por lo que los fósiles son en realidad los moldes internos de las cámaras que quedaron rellenas de sedimento (calcita, sílice…) tras la muerte del organismo.
Estructura de un amonite El espacio vacío es la cámara habitacional donde vivía el animal y es la que ocupa la mayoría del volumen. A medida que crecía se iban creando cámaras nuevas con tabiques donde mantenía el gas, como los nautilos actuales, que le permitía mantenerse en la columna de agua y que podría sacar a presión el gas para escapar. Estas cámaras estaban intercomunicadas por un sifón. Este ejemplar podría pertenecer a un Perisphinctes por sus costillas (contorno ondulado). Identificación facilitada por Pablo A. García Gil del Foro de Paleontología Alcarreña Nautilus.
En todas las losas hay muchos fragmentos de amonites pero su corte no siempre es longitudinal. Mostramos diferentes cortes de secciones de concha.
B Estas franjas blancas son calcita. La roca, debido a la presión se ha fracturado y esas fracturas se han rellenado de carbonato cálcico que posteriormente se ha recristalizado en calcita. La diagénesis es el conjunto de procesos de formación de una roca sedimentaria a partir de sedimentos, tales como compactación recristalización o cementación. La diagénesis se produce en el interior de los primeros 5 o 6 km de la corteza terrestre a temperaturas inferiores a 150-200 °C; más allá se considera ya metamorfismo.
En algunos casos C se rellenaron de esparita (otro tipo de carbonato cálcico que tiene un color grisáceo). En D podemos ver una silueta de amonite en corte transversal.
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